UAEM
Casa Estudio Sylvia Marcos y Jean Robert, A. C.
Resumen del texto fundacional[1]
La “Casa-Estudio Sylvia Marcos y Jean Robert” no pretende ser la reedición del centro de documentación CIDOC, que tanto renombre internacional dio a Cuernavaca en los años 70 del siglo pasado, dada la efervescencia del pensamiento crítico y políticamente comprometido que ahí se generaba. Tampoco considera generar un nuevo centro de documentación. Sin embargo, sí, nos consideramos sus herederos, pues fue ahí donde Sylvia y Jean germinaron como los grandes intelectuales que son. Además, porque ambos articularon sus propias elaboraciones teóricas, abrevando del pensamiento crítico y revolucionario de Iván Illich. Fieles a ello, nos proponemos promover la reflexión, el debate, la construcción de pensamiento con la finalidad de remover las conciencias sobre la radical importancia de asumir un comportamiento ético, nacido de cara al sinsentido que significa asumir las verdades universales que la modernidad industrial-capitalista nos impuso y que, hoy, nos tienen al borde de un precipicio medioambiental e inmersos en una multiplicidad de violencias y muerte. Por eso, el propósito es crear un sitio de elaboración de pensamiento desencadenante de la transformación social frente al avasallamiento cultural, espiritual, tecnológico, epistémico operado por Occidente sobre nuestros pueblos. De modo que podamos recrear un paradigma de sociedad otra, un fundado en la justicia social. Así pues, la investigación a impulsar y generar habrá de ser insurrecta a los axiomas de la modernidad y a la ciencia positivista, radicalmente desafiante a la producción institucionalizada del conocimiento.
En consecuencia, el corazón teórico de los estudios a realizar en la Casa Estudio es la crítica a los axiomas de la modernidad y a un tiempo, se habrán de explorar, visibilizar y recuperar saberes-otros, aquellos que nos han robado destruyendo nuestras capacidades autónomas e imponiéndonos y haciéndonos dependientes de las heterónomas (las generadas por la ley de otros, los creadores y sostenedores del sistema colonial-patriarcal-capitalista). Por lo cual, buscamos que las indagaciones apoyen a la rearticulación social y comunitaria proveyendo de instrumentos para la transformación y construcción de un mundo-Otro, uno en el que se establezcan condiciones de justicia, seguridad y equidad para las niñas, mujeres y los otros-feminizados: varones portadores de masculinidades subordinadas, personas indígenas y sus territorios, el contexto-naturaleza y la vida diversa en él contenida, los condenados de la tierra como los llamaba Frantz Fanon.
Así pues, resulta esencial el cuestionamiento de la episteme hegemónica, la positivista. Junto a ello es primordial la asunción de epistemologías disidentes, siendo relevante la mesoamericana, fundante en el trabajo de Sylvia Marcos.
Teniendo estos presupuestos como raíz, la Casa Estudio abre sus puertas para impulsar propuestas de investigación que comparten este posicionamiento crítico y alienta la exploración de una diversidad de hilos temáticos trans y multidisciplinarios. Deseable es, que los temas trabajados por Marcos y Robert sean retomados y continuados desde innovadoras perspectivas. Es decir, los tópicos sobre género, feminismos, Mesoamérica y antipsiquiatría, por un lado, y urbanismo, arquitectura, crítica a los sistemas y la modernidad por otro.
Asimismo, la Casa Estudio tiene el cometido de resguardar y proteger el doble legado que está constituido en primera instancia por el pensamiento, la producción académica y el compromiso social de Sylvia y Jean. Además, esta generosa donación se conforma por los acervos bibliográficos y archivos de ambos investigadores. Junto con éstos se encuentra la casa, el por tanto tiempo hogar de la pareja y que es ya la sede de la asociación. El edificio fue construido por Jean Robert a través de un sistema constructivo innovador basado en los saberes vernáculos con cierta dosis de tecnología heterónoma.
Respecto a la configuración arquitectural de la edificación, su esencia está soportada por la teoría de la arquitectura que Jean elaboró. Así, hoy más que nunca el edificio se convierte, a un tiempo, en la crítica de Jean a la arquitectura moderna –vacía, carente de contenido– y la posibilidad materializada de una arquitectura-otra. Aquella que posee la capacidad de convertir la experiencia humana de habitar un lugar en el símbolo mismo, en propiciar y sostener lo que Jean e Illich llamaron “el arte de habitar”. Esto es, la antigua cualidad del habitar propiciada por una arquitectura capaz de unificar el “acá” en el que cada uno estamos situados con el “allá”, la otredad, para de esta forma configurarnos en un nosotros: la comunidad. Y, además, consumar el entrelazamiento con el “más que allá”, lo inefable trascendente: lo sagrado.
Autoridades UAEM:
Dra. Viridiana Aydeé León Hernández
Rectora
Dr. Gerardo Gama Hernández
Secretario de Extensión Universitaria
Mtra. Ermila Luna Vara
Directora. Facultad de Psicología
Psic. Fabiola Del Jurado Mendoza
Secretaria de Extensión. Facultad de Psicología.
Dra. Berenice Amezcua
Directora de la Unidad de Igualdad de género y no discriminación
[1] El texto fundacional fue ideado, repensado, sentido y escrito conjuntamente por Sylvia Marcos, César Añorve Millán y Ma. del Carmen Bustos Garduño. El presente resumen fue preparado por esta última.